Tensas
la voz al
límite
del canto
viejo.
Ese,
el único que ya
nos mata el
frío.
De comisura y
trino
de repico
y tiembla
el escenario.
Tú,
perfecto auxilio
me dices el
nombre
de las notas.
Arpegio acorde
al arte de ser
cabal y sátiro
veraz y amargo
pícaro honesto
de oficio
imprescindible.
Cuando parezca
que el tiempo
nos huye,
y ya no escuche
las cuerdas
de esa guitarra,
mecerá tristezas
tu canción
dispuesta
siempre a punto
para salvarme.
Me gusta sobremanera.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Por cierto, sino me equivoco el día 22 pasarás por el Ateneo ¿ es así ?, Si estoy en lo cierto iré a verte con Francecs C.
Ahhh Saludos del profe J.M, que aunque ya no me da clases, cuando nos cruzamos en los pasillos nos damos un efusivo apretón de manos.
Un beso muy grande
Salut
Gracias,muchas gracias luminosa...Amo tu poesia y no sabes lo orgulloso que me siento de ser el protagonista de tu poema XVIII....te quiero amiga mia.
ResponderEliminary yo orgullosa de tu amistad, un abrazo inmenso Javi
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