Cómo hacen los pasos
para desandar el laberinto.
Cómo los buenos
para no morir de locura.
Las varas ya no miden
sino emplazan
a nuevas formas de ejecutar los quiebros.
Se conmueve el canto
de pura letanía.
Y la esperanza es un cráneo que gime
amordazado.
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