Sonríe y desespera
desguazando una mueca,
repasando el contorno
de la nada.
Camina y los huesos
van quebrando
uno a uno
en su cabeza.
La piel no se agrieta
pero tensa las venas,
los minutos serpentean
en círculos eternos.
Una cuesta hacia arriba
que es bajar
y bajar
rodando.
Mi razón es la mirilla
minúscula,
a este flanco de locura
que me escupe
una verdad a la mentira,
-no es normal,
solo mi vida-
Ahora fuma
lagartijas
mientras salta
y salta
y salta
intentando que esas voces
hoy se dejen atrapar.
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